Sobre nosotros
Siempre en busca de inspiración...
... por fortuna, nuestra musa es la Naturaleza, y no hay nada más inspirador que Ella.
Acerca de nosotros solo podemos honestamente decir que somos servidores de la tierra, que siempre lo hemos sido, y es todo lo que hemos querido ser. Como empresarias, incluso desde el antiguo modelo empresarial que no estaba concebido bajo los ideales del Bien Común; nos han regido los principios sobre los cuales prevalece lo que hemos llamado siempre El Más Alto Bien por que laboramos: hacer todo lo posible para que las personas logren conectarse con las plantas que necesitan, y al mismo tiempo, hacer todo lo posible para que estas plantas que tenemos la suerte de custodiar temporalmente ya sea en latas, en bolsitas de papel o de seda, o sembradas en una matera ó un bosque, puedan encontrar su destino y finalmente entregar su vida cumpliendo su misión en casa de algún ser humano que las valore en toda su dimensión, como alimento, como remedio, como compañía, como muestra de amor y aprecio a otros. Con un poco de práctica en el arte de escuchar a las personas, y encontrarles un hogar a los tés y tisanas, nos convertimos en sommelier y especialistas en té. Aprender a facilitar las búsquedas personales de los amantes del té, ha hecho crecer una rama nueva en el árbol de nuestras vidas personales, un canto que escuchábamos de lejos y aunque nunca hizo parte de un "objetivo empresarial" ni fué intencionalmente creado como "factor diferenciador", siempre marcó nuestra labor diaria: generar momentos memorables a la hora del Té en hoteles, restaurantes y en los hogares de nuestros clientes, a través de INFINITEA TÉS FINOS. Esa búsqueda sincera se convirtió en nuestra manera de servir y en nuestra manera de vivir.
Esa búsqueda permanente de que los momentos cotidianos se llenen de sentido y de belleza no puede ser mejor explicado por ceremonia alguna, que no sea la Ceremonia del Té, que es el arte de Vivir bellamente la hospitalidad.
Como hoteleras de profesión, generamos esos espacios de alojamiento para el alma, donde ella se recrea y se reconforta a través de la alquimia que resulta de la unión de los elementales presentes en una taza de té: el fuego, que calienta, el agua para el té, la tierra, que son las hojas, el aire, que es la atmósfera de sensaciones, pensamiento, intención y sonidos que le imprimen un carácter único e irrepetible a cada encuentro con la infusión y que como instante sagrado, no se puede dejar al azar. Se construye, se alimenta, se crea en la armoniosa compañía de todas las fuerzas del Universo para que alimenten todas las dimensiones de nuestro ser de manera CONCIENTE.
Para nosotras, existir laboralmente en medio de tanta variedad, de tanta abundancia de la naturaleza, tanta generosidad de la tierra procurando alimento desde todas los rincones de la geografía; no nos ha dejado otra forma de ver la vida: Desde la certeza de su Infinita perfección, su sabiduría y su Gran Poder.
Es por esto que Conciencia Infinita no es una empresa más preocupada por salvar al mundo sembrando árboles.
Primero: La conciencia de lo infinito, no concibe la escases. Habitamos el planeta más bello y abundante de este sistema solar.
Segundo: No hay que estar preocupado por salvar el mundo. El mundo no necesita gente preocupada, y tampoco necesita ser salvado por los humanos. Los humanos, somos solo una de las especies que lo habita. Eso sí, la más bella y destructora. Pero el mundo puede existir perfectamente sin nosotros. Si el mundo decide continuar amablemente albergándonos y alimentándonos, no va a ser porque nos deba el favor de haberlo salvado.
Tercero: La gente preocupada, baja la vibración del planeta. Necesitamos más bien gente ocupada, ocupada en amar al mundo, no en salvarlo. Con amarlo y respetarlo daríamos justo fin al mito hollywoodense que nos hace culpables del fin del mundo y pasaríamos esta amarga y larga zaga de producciones creadas justamente para eso: para mantenernos bien preocupados, y retrasar el encuentro con las altas frecuencias de vibración para las que ya estamos listos.
Y claro que sí... amamos los árboles, amamos a todas las plantas. La alternativa maestra para conectar al ser humano consigo mismo la tiene la Madre Naturaleza. Y de nuevo, nosotros solo queremos ser Sus sirvientes.
Para lo cual, nos hemos preparado, hemos estudiado y nos hemos convertido con el tiempo, y, ahora, a través de conciencia infinita, en servidores, de todos ustedes. Gracias por su confianza de siempre.