AHUEHUETE
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Hijos e hijas de la Tierra, escuchad la voz de la Madre que susurra a través del viento y las hojas. El ahuehuete, árbol ancestral y venerado, alza su presencia en este mundo con una misión divina.
La presencia del Ahuehuete en esta Tierra os trae como recordatorio la conexión sagrada entre todos los seres vivos.
Divino Ahuehuete, gigante mediador de las aguas y la tierra, quién más aguerrido amante de todos los mundos y formas de vida? Desafío de pequeñas aves, segura caverna de peces, testigo milenario de montañas, de valles y quebradas, hermano de hombres y mujeres sabias que encontraron al padre Sol buscando alcanzar vuestras hojas.
Quién pudiese ser vuestra flor, venerado Ahuehuete? para poseer en una vida el aroma suave y delicado que se mezcla con la brisa, creando música para los ángeles que habitan tu alto cielo. Reconfortar a la Luna, y luego del invierno llevar más dulce a los panales, más néctar, más polen y perfumar alas de mariposas.
Hacedme digno heredero de tu sabiduría y resistencia, noble Ahuehuete y conectadme a mis hermanos humanos y no humanos de manera profunda a través de vuestras raíces que ya lo han visto todo. Que en vuestra siembra, estéis tejiendo los hilos que unen el pasado, el presente y el futuro, honrando las enseñanzas de aquellos que nos precedieron y que nos sea permitido construir un legado para las generaciones venideras. Vuestra majestuosidad, es el paraíso del equilibrio que todos buscamos en nuestro paso por esta tierra. Vuestras ramas se extienden por las nubes, descifrando los misterios celestiales, mientras vuestras raíces se adentran en las profundidades de la tierra, abrazando con empeño este efímero presente en que resulta nuestra vida humana que observáis pasar.
Generoso Ahuehuete, santuario de toda ave y criatura pequeña. Permitidnos al sembraros abrir las compuertas secretas de la vida del agua nueva que existe ya bajo la superficie terrestre. Aquella que habéis rozado y bebido desde siempre y que sostiene la vida de nuevos seres de mágicos colores. Abrid con vuestras raíces cauces nuevos que alimenten y llenen de vida los océanos que hemos heredado de nuestros abuelos, tesoros de nuestros nietos.
Ahuehuete, sois símbolo sagrado de transformación y renacimiento. A través de vuestro ciclo de vida en la Tierra, nos habéis enseñado que todo es transitorio y que la renovación es una constante en nuestra existencia. Abrid, por favor el flujo de la transformación personal y espiritual, y permitid que nuestras almas sean renovadas y fortalecidas con cada estación que pasa.
Escuchad pues la voz de Vuestra Madre, Sembrad un Ahuehuete y abrazad su misión sagrada. Que su presencia os recuerde la interconexión divina de todas las cosas, inspirándoos a cuidar y proteger la vida y a encontrar en vuestro interior la chispa sagrada que os une con todo lo creado.